domingo, 3 de agosto de 2014

ENSAYO TEMAS: EL PODER DEL GRAN PODER, DOCUMENTO EL FUTURO DEL ESTADO DE BIENESTAR Y EL VIVIR BIEN: ¿PARADIGMA ANCESTRAL O AYMARACENTRISMO?.

ENSAYO
 TEMAS: EL PODER DEL GRAN PODER, DOCUMENTO EL FUTURO DEL ESTADO DE BIENESTAR Y EL VIVIR BIEN: ¿PARADIGMA ANCESTRAL O AYMARACENTRISMO?.

I.-     INTRODUCCION.
Las temáticas referidas al Poder del Gran Poder, Bienestar y el Vivir Bien, así como el paradigma Ancestral o Aymaracentrismo, corresponden a un escenario de la actual realidad de nuestro país y la heterogeneidad de nuestra población y sus diversas estructuras sociales y el empoderamiento que van adquiriendo esta estructuras  y convergen  con los paradigmas del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia.
A continuación trataremos de explicar cada de uno de los análisis antes mencionados de manera de crear un espíritu crítico y una posición en los lectores.

II.-    DESARROLLO.

EL PODER DEL GRAN PODER.
En este documento se trata de ver la historiografía en relación con las ciencias sociales, en una perspectiva cultural en la búsqueda de relacionar a la historia con el poder, como una expresión ancestral traducida en la danza de la Entrada del Señor Jesús del Gran Poder, una faustuosa fiesta que cuenta con una realidad propia.
El folklorista asume un papel de empoderamiento que tiene que ver con el pasado de opresión, humillación, el de ser mestizo, criollo o indio y por esto, no tener acceso a una sociedad eurocentrista, que ve en el hombre de tez clara, un modelo, y en el capitalismo neoliberal, su ejemplo de empresa y organización.
La fiesta pagana del Señor del Gran Poder, está en relación de la historia y el poder, a través del concepto del panóptico, que es entendido como un modo generalizador, “una manera de definir las relaciones del poder con la vida cotidiana de los hombres”.
Son los trajes multicolores adornados con las joyas de los folkloristas,  músicos engalanados con lujosos atuendos, incansables tropas de Morenos y sus cholitas, Thinkus, Caporales, Llameros y Cullahuas. La ciudad está apesta­da de toda esa jerarquía, de vigilancia de inspección, de escritura, la ciudad inmovilizada en el funcionamiento de un poder extensivo que se ejerce de manera distinta sobre todos los cuerpos individuales, es la utopía de la ciudad perfectamente go­bernada.
Silvia Rivera, sostiene que son siglos de resistencia envueltos en transformaciones culturales que tienen vínculos de violencia estructural, en esa línea, el comportamiento humano es contestatario, es la lucha por la identidad de quienes desean asegurar su poder, demostrando ostentación y derroche, aunque también es una muestra de organización, tanto en los prolegómenos de las fiestas como la misma entrada.
Con toda este derroche de alegría , fe y devoción al Señor del Gran Poder, termina la entrada, larga, fastuosa, poderosa, la lucha de clases continúa solo unos meses para restablecerse y continuar una campaña para asumir la próxima fiesta, ya comenzarán los primeros ensayos y habrá que trabajar más para también derrochar más como ostentación de poder.

DOCUMENTO EL FUTURO DEL ESTADO DE BIENESTAR.

El hombre y su cosmovisión; el hombre desde que tiene lenguaje estructurado va construyendo un mundo extraído de su realidad, por lo cual su comportamiento es acorde a la referencia que tiene de las cosas y el mundo, diría Zabaleta que “Los seres humanos no pueden vivir las cosas sin representarlas”.
El lenguaje es la base del pensamiento, por lo cual el hombre se expresa según ve la realidad, en un mundo donde la economía es muy simple de relaciones basadas en el trueque, el hombre crece y habla de dar y recibir, en una estricta convivencia llana que exige de la vida en cuanto da a la misma.
Cuando la mercancía tiene una moneda de por medio, ese hombre simple desarrolla evolutivamente, aceptando en su cosmovisión un elemento intermediario que complica su pensamiento, este momento evolutivo se da también en los procesos sociales, en la evolución de nuestras sociedades,   será complejo el análisis en cuanto a determinar cuál es la cosmovisión de cada sociedad y quisiera ajustar el pensamiento del entendido en economía al desarrollo humano, explicado desde el proceso evolutivo y educativo.
El comportamiento de los mercados de postguerra, lejos de resolver las crisis que la habían ocasionado inestabilidades políticas que llevaron a cuestionar la capacidad de la democracia para generar un bienestar general.
Por lo tanto, el estado de bienestar de un ambiente en el que ese hombre, este atravesando tal o cual momento de su desarrollo evolutivo,  afecta su cosmovisión, y la sociedad en la que se desenvuelve velara por acompañar ese proceso, sin dañarlo sin modificarlo pero permitiendo su desarrollo,  en este sentido quienes liderasen una concepción clara de un Estado de bienestar, deberán ser aquellas sociedades que por su desarrollo evolutivo han vivido más y tal cual la comparación que hacía con el desarrollo evolutivo del ser humano.
En el campo educativo el pedagogo soviético Vigotsky hablaba de un desarrollo evolutivo del hombre a partir de tres esferas:  la base y primera esfera denominada Zona Real (ZR) que es con lo que el hombre nace, a una segunda esfera la denomina Zona Potencial (ZP) que es a la que el hombre debe llegar, según las potencialidades que tenga, en medio de estas esferas, uniéndolas,  se encuentra una tercera que la denomina Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), esta esfera tiene como misión, acercar a los conocimientos previos con los aprendizajes potenciales.
Entonces el Estado de bienestar, es uno de los grandes logros de la civilización europea, por ello el resto del mundo ha emprendido esta dirección, imitándolo cada vez mas, valorando positivamente, en muchos aspectos, lo que ha sucedido en Europa desde que concluyera la Segunda Guerra Mundial.
Se entiende por desarrollo evolutivo del ser humano al proceso gradual y sistemático que naturalmente va despertando las capacidades del hombre que en su momento y producto de la edad lo va convirtiendo en un ser logrado y evolucionado.
Para Sen, el Estado de bienestar, no solamente será el efecto de un desarrollo ficticio que, en apariencia se refleja por el crecimiento de su economía, de la misma manera que el hombre puede tener un grado evolucionado de desarrollo intelectual y bajo perfil.
En el análisis del documento de bienestar social de Sen, encuentro una analogía con lo dicho por René Zavaleta que se plantea la idea de óptimo social, las fronteras entre Estado y frontera social dice, no son siempre las mismas, se trata de una penetración en muchos aspectos, de acciones recíprocas, de tal modo que no se puede decir dónde acaba el Estado y dónde empieza la fuerza de la sociedad.
Estado de bienestar es el que se logra mediante la elección de un destino que esté en el marco de la moralidad, en un comportamiento ético con el mundo,
El ser humano desarrolla mecanismos de defensa frente al medio y otros seres humanos, al igual que algunas sociedades con pasados tormentosos o que viven en permanente conflicto que desarrollan políticas de estado basadas en un armamentismo exagerado.

EL VIVIR BIEN: ¿PARADIGMA ANCESTRAL O AYMARACENTRISMO?
Un nuevo paradigma indígena en Bolivia es portador del bagaje colonial, neocolonial y recolonial que impone una convivencia difusa de códigos originarios con los propios de la civilización occidental, tal que coexisten sin demarcar territorios, entretejidos y superpuestos, volviendo difícil identificar cuánto de la denominada cosmovisión ancestral está formateada por categorías eurocéntricas.

El tema de la descolonización no ha sido todavía lo suficientemente reflexionado, tiende a ser interpretado como un problema étnico que atañe exclusivamente al indígena. Existe la apreciación de que la colonización afectó solamente a los que nunca se autodenominaron “indios”, ahora “indígenas”, cuando la llegada de Colón truncó, torció e involucionó el desenvolvimiento de la identidad de los seres humanos que poblaban el Abya-Yala o América, al someterlos a la explotación, el esclavismo y la evangelización con una finalidad civilizadora frustrada, pues nunca se concluyó de asimilar estas culturas a la matriz occidental.

Desde fines de 2009 la Cancillería boliviana ha estructurado y promovido la propuesta filosófica del “vivir bien” (suma-qamaña en aymara; sumak kawsay en quechua), como expresión de un nuevo paradigma de vida que los pueblos ancestrales de Abya Yala ofrecen ante la crisis de vida y el desastre medioambiental que el modelo de desarrollo occidental está causando.
Inmediatamente comenzaron a divulgarse una serie de ensayos y reflexiones acerca del tema, haciendo que el “vivir bien” sea adoptado discursivamente por movimientos sociales de todo el mundo.
Encontramos en el amauta inka, doctor José Illescas, así como en el ex asesor de la Cámara de Diputados de Bolivia, doctor Aureliano Turpo Choquehuanca, la desmitificación del lema: “no robar, no ser ocioso, no mentir” que muchos indígenas se autoatribuyen como un código moral originario.
Illescas, sostiene que esas normas morales cristianas se impusieron para explotar mejor a los indígenas en la mita, evitando que las privaciones a las que los españoles los sometieron los indujeran a robar, mentir o disminuir el ritmo de trabajo.
Es un llamado a retornar al ayllu, es decir, recuperar la vivencia en comunidad, para “producir nuestra propia comida, vestimenta, herramientas y demás necesidades, hacer funcionar la educación, la comunicación, la salud propia, la propia justicia indígena originaria campesina, construir nuestras escuelas y caminos, etc.
Por ello surge el debate que esa propuesta ha originado que se exceda con mucho el ámbito de la dicotomía entre occidente y lo indígena. Ese pensamiento lleva a posiciones confrontacionales no sólo con intelectuales occidentalizados que, siguiendo la misma lógica que subalternizó lo andino hace 500 años, pretenden vulgarizar y desprestigiar el discurso filosófico indígena, tachándolo de retórica folkórica, hueca o exótica.
La corriente del peruano Carlos Milla Villena, el boliviano Javier Amaru Ruiz García descalifica el discurso de Fernando Huanacuni y el canciller Choquehuanca, atribuyéndole un cariz religioso-esotérico. En contraposición, Carlos Milla y sus seguidores fundan el saber andino en el dominio matemático que, según ellos interpretan, los inkas tenían sobre el cuadrado y su diagonal, lo cual les haría merecedores, de acuerdo con las reglas de Platón, de un estatus de civilización.

Tampoco la línea dura del katarismo-indianismo comulga con el perfil ideológico de la cancillería boliviana. Algunos líderes de este movimiento consideran la descolonización como un tema político.
Tomando una posición etnocéntrica invertida: un aymara-centrismo con mucho de racismo, este sector quiere acceder al poder para indianizar el país. La descolonización significa para ellos constituir una nueva hegemonía, esta vez indígena, lo cual implica desconocer el estatuto de Bolivia como nación y reconstruir el Tawantinsuyo y el Khollasuyo.
La descolonización que reclaman pasa por la toma del poder e implica recuperar territorio, autonomía y autogobierno indígenas, a la vez que denuncian que las autonomías indígenas proclamadas en la nueva Constitución Política del Estado son una trampa, pues desmiembran la unidad de estos pueblos como nación.
Silvia Rivera Cusicanqui (2006:12) sostiene que es deseable una sociedad en la que mestizos e indios puedan convivir en igualdad de condiciones, aprendiendo mutuamente, uno del otro, modalidades de convivencia legítimas que permitan “formas nuevas de comunidad e identidades mezcladas o chhixi, con las cuales dialogarían creativamente en un proceso de intercambio de saberes, de estéticas y de éticas”.
El sentido de chhixi no debe entenderse como el mestizaje o hibridación que manejan García Canclini y otros intelectuales relacionados con los estudios culturales latinoamericanos, en el sentido de la disolución de anteriores identidades para configurar una nueva.
La descolonización no es un alternar el ejercicio etnocéntrico y pensar que occidente no puede debatir con el pueblo indígena sobre cómo vivir en armonía con la madre naturaleza. Si se le proyecta esa incapacidad e ignorancia, se estará considerando que es occidente quien ahora debe ser salvado por el otro desenterrado, lo que no hace más que reproducir las mismas actitudes colonizadoras que guiaron el proyecto de la modernidad.

CONCLUSIONES.

Podemos concluir que los documentos analizados, tienen un sentido altamente social, cultural y podría también dársele un enfoque político, que muestran un perspectiva de la realidad Boliviana, una imagen de una estructura social determinada por el empoderamiento de algunas estructuras sociales.

En el análisis realizado de los documentos, podemos evidenciar de un desarrollo humano y de la sociedad y la importancia que se le debe asumir respetando la cosmovisión de cada cultura, en el sentido de país y no solamente de grupos étnicos, de manera que la sociedad se afiance en procesos evolutivos acordes con su desarrollo interno, la educación como obligación del estado y con una orientación hacia la apertura del pensamiento.

BIBLIOGRAFÍAS:

Aranda Manrique Pablo, documento de trabajo/ Mazorco: El vivir Bien.


Sen Amartya; Catedrático de Economía y Ética de la Universidad de Harvard. Conferencia pronunciada en el "Círculo de Economía" de Barcelona.





lunes, 30 de junio de 2014

ENSAYO: DEL CULTURALISMO TELÚRICO AL NACIONALISMO REVOLUCIONARIO

LA PRODUCCIÓN DEL CONOCIMIENTOLOCAL
Historia y política en la obra de René Zavaleta
(Luis Tapia)

ENSAYO: DEL CULTURALISMO TELÚRICO AL
NACIONALISMO REVOLUCIONARIO


INTRODUCCION.

El estudio de la historia política en el país tiene muchos procesos y uno de ellos  se manifestó como consecuencia de la guerra del chaco contra el Paraguay  en la década del 30 y que cambió la  configuración del escenario político en el  país hasta ese entonces, mediante la conformación y nacimiento de la ideología del  nacionalismo revolucionario emergente de las demandas sociales.

El autor nos presenta un análisis político que justifica los paradigmas políticos emergentes y cual el posicionamiento en el devenir nacional.

DESARROLLO.

Al terminar la guerra del Chaco (1932-1935) que Bolivia pierde frente al Paraguay, se da un ciclo de crisis de este modo recortado de articular y practicar el dominio estatal.

Los golpes de militares nacionalistas que dirigieron cortos gobiernos (Toro 1935-37; Busch 1937-38; Villarroel 1943- 46), tomaron medidas que aumentaban la recuperación de excedente producido por las empresas mineras, y se nacionaliza el petróleo. Justamente  esto los intereses afectados organizan su derrocamiento.

La década del 40 también es la del surgimiento e intensa actividad política del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) que luego ha de ser el partido que ha de reorganizar el estado después de 1952, y en el que René Zavaleta militará por un buen tiempo hasta 1970.
En la américa indígena se contrapone a una cultura occidental decadente. Esta decadencia se debería a que ha agotado su fuerza creadora en general, que en la especificidad del continente el conquistador, a pesar de ser el dominador, pasa por un proceso por el que lo que se llama el alma española «se integra lentamente y para siempre en la autoctonia americana.

Los textos de Zavaleta, no están concebidos en los términos del discurso nacionalista, a pesar de estar escritos en la época de su auge, tampoco lo están en contra; más bien acusan influencias anteriores a la maduración del discurso del nacionalismo revolucionario, pero que fueron también condición de su desarrollo sobre todo a través de su incorporación o utilización por Carlos Montenegro, que es el primero en formular la matriz de esta ideología como ensayo de revisión e interpretación histórica.

A partir del Chaco se impulsa un proceso de articulación de la nación, de abajo hacia arriba, en contraposición a la república señorial que más bien inhibía desde arriba un proceso de formación nacional.

Después de la revolución de 1952, la rosca se articula y actúa políticamente sobre todo a través de dos referentes: FSB y el Comité Cívico de Santa Cruz.

En el período posrevolucionario la unidad del frente rosquero se viabiliza a través de Falange Socialista Boliviana (FSB), partido por el que se presenta a elecciones parciales en 1958. Pero antes y después, se trata de un partido que privilegia la búsqueda del golpe de estado como método de cambio político. Se vuelve el partido de la oligarquía derrotada el 52 y de la clase media temerosa de la irrupción popular.

Según Zavaleta, FSB era producto de una importación y transculturación frustrada, caracterizada por una política fetichista que tiende al mito y se organiza en torno al líder y el terror.
Se produce una creciente desarticulación de MNR-COB, sobre contradicciones entre política económica e ideología. El recurso a la concentración en el jefe significa que no existen fuerzas y sujetos colectivos que puedan resolverlos, es más, que más bien éstos tienden a lo contrario.

CONCLUSIONES.

Se delimita un poder político mediante  la instauración de una mentalidad política que piensa los problemas y debilidades del proceso revolucionario desde el partido que se considera la síntesis del movimiento nacional.

Zavaleta infiere que existe un intento de bosquejar el contexto político e intelectual en que forma sus ideas y se vincula a la política nacional.

También se puede determinar que existe un análisis sobre el contexto más global del nacionalismo revolucionario en su conjunto, el cual contiene bosquejos, fases y los cambios sobre el nacionalismo revolucionario de las décadas del 30 al 50.

BIBLIOGRAFIA.
Libro: LA PRODUCCIÓN DEL CONOCIMIENTOLOCAL
Historia y política en la obra de René Zavaleta, (Luis Tapia).

jueves, 26 de junio de 2014

ENSAYO: “APUNTES PARA UN ESTADO PLURINACIONAL”


ENSAYO SOBRE TEORIA DEL ESTADO

“APUNTES PARA  UN ESTADO PLURINACIONAL”
 
INTRODUCCIÓN. 

El análisis descriptivo que nos plantea la autora del presente trabajo, presenta una posición altamente crítica sobre la síntesis histórica que vivió el país desde los albores de la república hasta la consolidación del estado plurinacional, como la “única” alternativa viable rumbo a la emancipación y de esta manera forjar el horizonte de liberación indígena, que pareseria ser la única alternativa que tiene el país para obtener su emancipación cultural, económica y social. 

DESARROLLO. 

Desde la crisis política del 2000 y desde la victoria electoral de Evo Morales el 2005, la oposición política empezó a señalar que había dos Bolivias, una indígena, arcaica, subdesarrollada y pobre asentada en el occidente y otra moderna, con un mestizaje regional, exportadora y próspera, en el oriente. La polarización de estas dos naciones hacía inviable cualquier futuro en común, salvo la construcción de institucionalidades cada vez más diferenciadas (proyecto autonómico, federalismo, gobierno binacional, separatismo).  

La élite boliviana asentada en Santa Cruz: un regionalismo que devino nacionalismo; y por otra parte, la propuesta de los movimientos indígenas y populares de constituir un Estado plurinacional. 

Las dos Bolivias, compartido por el opresor y el oprimido y ante la consolidación política indígena y popular, la élite tradicional atina solamente a llevar hasta sus últimas consecuencias el curso de la historia colonial. 

Se debe pensar  que el movimiento indígena contemporáneo es un sujeto articulador de lo plurinacional, y al proceso de transformación actual como un proyecto plurinacional, y la contradicción que la descolonización pase por el horizonte criollo-mestizo del Estado-nación. 

El horizonte de liberación indígena, que es muy anterior al de la independencia, empieza con el Taqui Onkoy de 1560 y las rebeliones que culminan con la muerte de Tupac Amaru I en 1572, y el horizonte nacional-popular constituido en la Revolución de 1952, como un proyecto plurinacional de la autodeterminación propia para responsabilizarse por articular lo común y por otra, la incapacidad de las élites señoriales hoy atrincheradas en Santa Cruz como el núcleo duro y articuladas a facciones de élites regionales en la “Media Luna” y las otras ciudades capitales– de constituir un proyecto nacional es solamente la consecuencia lógica de su vinculación histórica con el Estado y la nación boliviana, y finalmente, de su contradicción interna como élite colonial y periférica. 

La autora sostiene que el horizonte indígena, es la conjunción de memorias del pasado y aperturas hacia el futuro, actualizadas en el momento presente, en este momento constitutivo 

El horizonte de liberación indígena, en los diferentes sujetos indígenas que lo asumieron (las rebeliones de 1781, 1899, 1952 y otras) y con proyecto distintos, específicos de su momento histórico  (el  preinca  del Taqui  Onkoy,  el  neoinca  de Tupac Amaru o Juan Santos Atahuallpa en el Perú, el comunario de Tupac Katari y Zárate Willka, el nacional-popular de mineros y “campesinos”, el democrático de la huelga minera de 1979, etc.),  

La conquista española en su momento se constituye  como elemento determinante en la interrupción de la autodeterminación de una matriz civilizatoria y homogeneización de su diversidad interna como “indio”, como sometido a otro horizonte  civilizatorio,  se  convierte  en  la  memoria  común  a todos estos sujetos y proyectos.  

El análisis del horizonte nacional, constituido por diferentes sujetos criollo-mestizos desde el siglo XIX, nos interesa porque desde 1952 se enlaza con el horizonte indígena y popular (lo que Zavaleta Mercado llamó lo nacional-popular), y es posible que hoy dado el vaciamiento criollo-mestizo de la representación nacional se entreteja con el indígena, en una direccionalidad histórica inédita, diferente a las anteriores rebeliones, y que permite plantear un proyecto plurinacional. 

Situaciones de crisis política, sobre todo del 2008, con la aprobación de los estatutos autonómicos departamentales, la violencia desatada en Sucre y Oruro para evitar la discusión y aprobación de la nueva constitución, la toma de instituciones públicas en la llamada Media Luna que culminó con la masacre de El Porvenir, Pando y el acuerdo en el congreso para llamar al referéndum por la constitución fueron algunos de los episodios políticos que marcaron el camino para la toma de decisiones políticas contundentes, como desafíos de la construcción de un Estado plurinacional con autonomías, de una gestión pública que encamine las transformaciones propuestas, y el tema medular de dependencia energética, encarecimiento de la vida, y reproducción de la lógica de mercado.

CONCLUSIONES.

En la construcción de los Estados intervienen todos los elementos que hacen a la sociedad, la política y la historia viva de un país y no es mérito propio de una sola condición social o cultural, ya que un estado como el nuestro no solo está habitado por la cultura aimara e indígena y tomar esa síntesis como una realidad histórica es tener un enfoque miope de la verdadera realidad del país.
Es evidente que hubieron situaciones de crisis política donde los pocos que gozaban de poder, fortuna y grandes privilegios en este país por muchos años y generaciones, hicieron lo posible para impedir que se consolidara un estado con identidad de las mayorías y se reconocieran sus reivindicaciones ancestrales.

BIBLIOGRAFIA.

“Apuntes para  un Estado Plurinacional” (Ximena Soruco Sologuren).

 

miércoles, 25 de junio de 2014

Resumen de " Apuntes de Teoria del Estado"


TEORIA DEL ESTADO

(Paúl Antonio Coca Srez Arana)

INTRODUCCIÓN.


La Teoría del Estado como nos plantea el autor del presente Libro (Paúl Antonio Coca Srez Arana), sostiene que en el mundo constantemente aparecen  nuevos Estados, de los cuales algunos desaparecen  y se  redefinen otros, debido a un fenómeno que puede entenderse como un aspecto de carácter social y donde el Estado debe estar al servicio de los habitantes que en él viven y lograr el desarrollo y progreso nacional. Por lo tanto es necesario conocer y definir el concepto de lo que es la Teoría del Estado y las dimensiones donde este se desarrolla y encausa su accionar.

DESARROLLO.

La Ciencia Política suele ser llamada también como Teoría del Estado,  según Jellinek , es la ciencia explicativa del Estado es su teoría o doctrina, cuyo objeto reside en el conocimiento de los fenómenos estatales en todos los aspectos y direcciones de su existencia, es decir, se requiere de una Teoría del Estado.

Para Heller, la  Teoría del Estado puede tener categoría científica solamente si está en aptitud de ofrecer una interpretación, una descripción y una crítica que deben ser verdaderas y obligatorias, capaces de llenar una misión trica fundamental.

La Teoría del Estado es una disciplina científica especial que se ocupa de investigar la realidad específica del Estado tratando de comprenderlo, explicarlo, describirlo e interpretarlo en su naturaleza, función, su desarrollo y su unidad, deduciendo de su estudio comparativo a través de la historia, las leyes generales que rigen su organización y su estructura.

De ahí que el Derecho Político arranca del conjunto de ideas y hechos que se refieren al Estado; es decir de todos aquellos hechos que en la humanidad han dado lugar a su aparición y a su desarrollo. (Alipio Valencia Vega).

También se deduce que la Teoría del Estado, es decir la Ciencia Política, llamada también Politología (del griego logos que significa ciencia o tratado; polis que significa política; es decir, la Ciencia de la Política), es una Ciencia Social que desarrolla su campo de estudio tanto en la teoría como en la práctica de la política, y la descripción y análisis de sistemas y comportamientos políticos de la sociedad para con el Estado.

 Las áreas de investigación y análisis de la ciencia básica están en concordancia con las áreas de administración y gestión pública, así como los sistemas políticos y los regímenes políticos.

Los Aspectos Históricos, están determinados durante la Revolución Industrial y las revoluciones liberales del siglo XIX, donde hubo la necesidad de efectuar una crítica social a fin de evaluar los cambios sociales y políticos que sucedían.

Es así que la Politología  es una  disciplina relativamente nueva, cuyo nacimiento (al menos en lo que concierne a la Ciencia Política  moderna)  algunos  sitúan  en  el  siglo  XV  con  Nicolás  Maquiavelo (separación de la moral y de la política).

El término Ciencia Política lo acó en 1880 Herbert Baxter Adams, catedrático de la materia de Historia de la estadounidense Universidad Johns Hopkins, para referirse a lo que su objeto de estudio ve.

En 1949, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), busca que se redefina el objeto de estudio de la Ciencia Política, la misma concluye con la confección de la célebre “Lista Tipo”, elaborada bajo una fuerte influencia del pensamiento anglosajón, que abarca temas relacionados a la Teoría Política,  Instituciones políticas,  Partidos, grupos y opinión pública, Relaciones Internacionales.

Así mismo se determina que las ciencias sociales (como las Ciencias Jurídicas o Derecho), tiene estrecha relación con lo que la Ciencia Política es transversal a ella. También se relaciona con la Sociología; con la Geopolítica en lo que es el Estado y sus elementos constitutivos; con las Ciencias Administrativas ya que se refiere a la administración pública; con las Ciencias Económicas (Economía Política), con la Estadística Social, con la Psicología Política y con la Comunicación Social en lo referente al Periodismo Político.

CONCLUSIONES.

La Teoría del Estado fija su atención y estudio a la investigación sobre la realidad específica de un Estado, para tratar de comprenderlo, explicarlo, describirlo e interpretarlo en su naturaleza, función, su desarrollo y su unidad, a través de su historia, las leyes generales que rigen su organización y su estructura.


La Teoría del Estado ayuda a comprender el significado de la necesidad de la existencia de las normas jurídicas de los Estados, sus bases filosóficas en relación a su identidad social, cultural y política.