ENSAYO
TEMAS: EL PODER DEL GRAN PODER, DOCUMENTO
EL FUTURO DEL ESTADO DE BIENESTAR Y EL VIVIR BIEN: ¿PARADIGMA
ANCESTRAL O AYMARACENTRISMO?.
I.- INTRODUCCION.
Las temáticas referidas al Poder del Gran
Poder, Bienestar y el Vivir Bien, así como el paradigma Ancestral o Aymaracentrismo,
corresponden a un escenario de la actual realidad de nuestro país y la heterogeneidad
de nuestra población y sus diversas estructuras sociales y el empoderamiento
que van adquiriendo esta estructuras y
convergen con los paradigmas del nuevo Estado
Plurinacional de Bolivia.
A continuación trataremos de explicar cada
de uno de los análisis antes mencionados de manera de crear un espíritu crítico
y una posición en los lectores.
II.-
DESARROLLO.
EL PODER DEL GRAN PODER.
En este documento
se trata de ver la historiografía en relación con las ciencias sociales, en una
perspectiva cultural en la búsqueda de relacionar a la historia con el poder, como
una expresión ancestral traducida en la danza de la Entrada del Señor
Jesús del Gran Poder, una faustuosa fiesta que cuenta con una realidad propia.
El folklorista
asume un papel de empoderamiento que tiene que ver con el pasado de opresión,
humillación, el de ser mestizo, criollo o indio y por esto, no tener acceso a
una sociedad eurocentrista, que ve en el hombre de tez clara, un modelo, y en
el capitalismo neoliberal, su ejemplo de empresa y organización.
La fiesta pagana
del Señor del Gran Poder, está en relación de la historia y el poder, a través
del concepto del panóptico, que es entendido como un modo generalizador, “una
manera de definir las relaciones del poder con la vida cotidiana de los
hombres”.
Son los trajes
multicolores adornados con las joyas de los folkloristas, músicos engalanados con lujosos atuendos,
incansables tropas de Morenos y sus cholitas, Thinkus, Caporales, Llameros y
Cullahuas. La ciudad está apestada de toda esa jerarquía, de vigilancia
de inspección, de escritura, la ciudad inmovilizada en el funcionamiento de un
poder extensivo que se ejerce de manera distinta sobre todos los cuerpos
individuales, es la utopía de la ciudad perfectamente gobernada.
Silvia Rivera, sostiene
que son siglos de resistencia envueltos en transformaciones culturales que
tienen vínculos de violencia estructural, en esa línea, el comportamiento
humano es contestatario, es la lucha por la identidad de quienes desean
asegurar su poder, demostrando ostentación y derroche, aunque también es una
muestra de organización, tanto en los prolegómenos de las fiestas como la misma
entrada.
Con toda este
derroche de alegría , fe y devoción al Señor del Gran Poder, termina la
entrada, larga, fastuosa, poderosa, la lucha de clases continúa solo unos meses
para restablecerse y continuar una campaña para asumir la próxima fiesta, ya comenzarán
los primeros ensayos y habrá que trabajar más para también derrochar más como
ostentación de poder.
DOCUMENTO EL FUTURO DEL ESTADO DE
BIENESTAR.
El hombre y su cosmovisión; el hombre desde que tiene lenguaje estructurado va construyendo un
mundo extraído de su realidad, por lo cual su comportamiento es acorde a la
referencia que tiene de las cosas y el mundo, diría Zabaleta que “Los seres
humanos no pueden vivir las cosas sin representarlas”.
El lenguaje
es la base del pensamiento, por lo cual el hombre se expresa según ve la
realidad, en un mundo donde la economía es muy simple de relaciones basadas en
el trueque, el hombre crece y habla de dar y recibir, en una estricta
convivencia llana que exige de la vida en cuanto da a la misma.
Cuando la
mercancía tiene una moneda de por medio, ese hombre simple desarrolla
evolutivamente, aceptando en su cosmovisión un elemento intermediario que complica
su pensamiento, este momento evolutivo se da también en los procesos sociales,
en la evolución de nuestras sociedades, será complejo el análisis
en cuanto a determinar cuál es la cosmovisión de cada sociedad y quisiera
ajustar el pensamiento del entendido en economía al desarrollo humano,
explicado desde el proceso evolutivo y educativo.
El comportamiento de los mercados de postguerra, lejos de resolver las
crisis que la habían ocasionado inestabilidades políticas que llevaron a
cuestionar la capacidad de la democracia para generar un bienestar general.
Por lo tanto, el estado de bienestar de un ambiente en el que ese
hombre, este atravesando tal o cual momento de su desarrollo evolutivo, afecta su cosmovisión, y la sociedad en la que
se desenvuelve velara por acompañar ese proceso, sin dañarlo sin modificarlo
pero permitiendo su desarrollo, en este sentido quienes liderasen una
concepción clara de un Estado de bienestar, deberán ser aquellas sociedades que
por su desarrollo evolutivo han vivido más y tal cual la comparación que hacía
con el desarrollo evolutivo del ser humano.
En el campo educativo el pedagogo soviético Vigotsky hablaba de un
desarrollo evolutivo del hombre a partir de tres esferas: la base y
primera esfera denominada Zona Real (ZR) que es con lo que el hombre nace, a
una segunda esfera la denomina Zona Potencial (ZP) que es a la que el hombre
debe llegar, según las potencialidades que tenga, en medio de estas esferas, uniéndolas,
se encuentra una tercera que la denomina Zona de Desarrollo Próximo
(ZDP), esta esfera tiene como misión, acercar a los conocimientos previos con
los aprendizajes potenciales.
Entonces el Estado de bienestar, es uno de los grandes logros de la civilización europea,
por ello el resto del mundo ha emprendido esta dirección, imitándolo cada vez
mas, valorando positivamente, en muchos aspectos, lo que ha sucedido en Europa
desde que concluyera la
Segunda Guerra Mundial.
Se entiende
por desarrollo evolutivo del ser humano al proceso gradual y sistemático que
naturalmente va despertando las capacidades del hombre que en su momento y
producto de la edad lo va convirtiendo en un ser logrado y evolucionado.
Para Sen,
el Estado de bienestar, no solamente será el efecto de un desarrollo ficticio
que, en apariencia se refleja por el crecimiento de su economía, de la misma
manera que el hombre puede tener un grado evolucionado de desarrollo
intelectual y bajo perfil.
En el
análisis del documento de bienestar social de Sen, encuentro una analogía con
lo dicho por René Zavaleta que se plantea
la idea de óptimo social, las fronteras entre Estado y frontera social dice, no
son siempre las mismas, se trata de una penetración en muchos aspectos, de acciones
recíprocas, de tal modo que no se puede decir dónde acaba el Estado y dónde
empieza la fuerza de la sociedad.
Estado
de bienestar es el que se logra mediante la elección de un destino que esté en
el marco de la moralidad, en un comportamiento ético con el mundo,
El ser humano desarrolla mecanismos de defensa frente al medio y otros
seres humanos, al igual que algunas sociedades con pasados tormentosos o que
viven en permanente conflicto que desarrollan políticas de estado basadas en un
armamentismo exagerado.
EL VIVIR BIEN: ¿PARADIGMA ANCESTRAL O AYMARACENTRISMO?
Un nuevo paradigma indígena en Bolivia es portador
del bagaje colonial, neocolonial y recolonial que impone una convivencia difusa
de códigos originarios con los propios de la civilización occidental, tal que
coexisten sin demarcar territorios, entretejidos y superpuestos, volviendo
difícil identificar cuánto de la denominada cosmovisión ancestral está
formateada por categorías eurocéntricas.
El tema de la descolonización no ha sido todavía lo
suficientemente reflexionado, tiende a ser interpretado como un problema étnico
que atañe exclusivamente al indígena. Existe la apreciación de que la
colonización afectó solamente a los que nunca se autodenominaron “indios”,
ahora “indígenas”, cuando la llegada de Colón truncó, torció e involucionó el
desenvolvimiento de la identidad de los seres humanos que poblaban el Abya-Yala
o América, al someterlos a la explotación, el esclavismo y la evangelización
con una finalidad civilizadora frustrada, pues nunca se concluyó de asimilar
estas culturas a la matriz occidental.
Desde fines de 2009 la Cancillería boliviana ha
estructurado y promovido la propuesta filosófica del “vivir bien” (suma-qamaña
en aymara; sumak kawsay en quechua), como expresión de un nuevo paradigma de
vida que los pueblos ancestrales de Abya Yala ofrecen ante la crisis de vida y
el desastre medioambiental que el modelo de desarrollo occidental está
causando.
Inmediatamente comenzaron a divulgarse una serie de
ensayos y reflexiones acerca del tema, haciendo que el “vivir bien” sea
adoptado discursivamente por movimientos sociales de todo el mundo.
Encontramos en el amauta inka, doctor José
Illescas, así como en el ex asesor de la Cámara de Diputados de Bolivia, doctor
Aureliano Turpo Choquehuanca, la desmitificación del lema: “no robar, no ser
ocioso, no mentir” que muchos indígenas se autoatribuyen como un código moral
originario.
Illescas, sostiene que esas normas morales
cristianas se impusieron para explotar mejor a los indígenas en la mita,
evitando que las privaciones a las que los españoles los sometieron los indujeran
a robar, mentir o disminuir el ritmo de trabajo.
Es un llamado a retornar al ayllu, es decir,
recuperar la vivencia en comunidad, para “producir nuestra propia comida,
vestimenta, herramientas y demás necesidades, hacer funcionar la educación, la
comunicación, la salud propia, la propia justicia indígena originaria
campesina, construir nuestras escuelas y caminos, etc.
Por ello surge el debate que esa propuesta ha
originado que se exceda con mucho el ámbito de la dicotomía entre occidente y
lo indígena. Ese pensamiento lleva a posiciones confrontacionales no sólo con
intelectuales occidentalizados que, siguiendo la misma lógica que subalternizó
lo andino hace 500 años, pretenden vulgarizar y desprestigiar el discurso
filosófico indígena, tachándolo de retórica folkórica, hueca o exótica.
La corriente del peruano Carlos Milla Villena, el
boliviano Javier Amaru Ruiz García descalifica el discurso de Fernando
Huanacuni y el canciller Choquehuanca, atribuyéndole un cariz
religioso-esotérico. En contraposición, Carlos Milla y sus seguidores fundan el
saber andino en el dominio matemático que, según ellos interpretan, los inkas
tenían sobre el cuadrado y su diagonal, lo cual les haría merecedores, de
acuerdo con las reglas de Platón, de un estatus de civilización.
Tampoco la línea dura del katarismo-indianismo
comulga con el perfil ideológico de la cancillería boliviana. Algunos líderes
de este movimiento consideran la descolonización como un tema político.
Tomando una posición etnocéntrica invertida: un
aymara-centrismo con mucho de racismo, este sector quiere acceder al poder para
indianizar el país. La descolonización significa para ellos constituir una
nueva hegemonía, esta vez indígena, lo cual implica desconocer el estatuto de
Bolivia como nación y reconstruir el Tawantinsuyo y el Khollasuyo.
La descolonización que reclaman pasa por la toma
del poder e implica recuperar territorio, autonomía y autogobierno indígenas, a
la vez que denuncian que las autonomías indígenas proclamadas en la nueva
Constitución Política del Estado son una trampa, pues desmiembran la unidad de
estos pueblos como nación.
Silvia Rivera Cusicanqui (2006:12) sostiene que es
deseable una sociedad en la que mestizos e indios puedan convivir en igualdad
de condiciones, aprendiendo mutuamente, uno del otro, modalidades de
convivencia legítimas que permitan “formas nuevas de comunidad e identidades
mezcladas o chhixi, con las cuales dialogarían creativamente en un proceso de
intercambio de saberes, de estéticas y de éticas”.
El sentido de chhixi no debe entenderse como el
mestizaje o hibridación que manejan García Canclini y otros intelectuales
relacionados con los estudios culturales latinoamericanos, en el sentido de la
disolución de anteriores identidades para configurar una nueva.
La descolonización no es un alternar el ejercicio
etnocéntrico y pensar que occidente no puede debatir con el pueblo indígena sobre
cómo vivir en armonía con la madre naturaleza. Si se le proyecta esa
incapacidad e ignorancia, se estará considerando que es occidente quien ahora
debe ser salvado por el otro desenterrado, lo que no hace más que reproducir
las mismas actitudes colonizadoras que guiaron el proyecto de la modernidad.
CONCLUSIONES.
Podemos concluir que los documentos analizados, tienen un sentido altamente
social, cultural y podría también dársele un enfoque político, que muestran un
perspectiva de la realidad Boliviana, una imagen de una estructura social
determinada por el empoderamiento de algunas estructuras sociales.
En el
análisis realizado de los documentos, podemos evidenciar de un desarrollo humano
y de la sociedad y la importancia que se le debe asumir respetando la
cosmovisión de cada cultura, en el sentido de país y no solamente de grupos
étnicos, de manera que la sociedad se afiance en procesos evolutivos acordes
con su desarrollo interno, la educación como obligación del estado y con una
orientación hacia la apertura del pensamiento.
BIBLIOGRAFÍAS:
Aranda Manrique Pablo, documento
de trabajo/ Mazorco: El vivir Bien.
Mazorco Graciela; http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2011041105.
Sen
Amartya; Catedrático de Economía y Ética de la Universidad de Harvard. Conferencia
pronunciada en el "Círculo de Economía" de Barcelona.
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