jueves, 26 de junio de 2014

ENSAYO: “APUNTES PARA UN ESTADO PLURINACIONAL”


ENSAYO SOBRE TEORIA DEL ESTADO

“APUNTES PARA  UN ESTADO PLURINACIONAL”
 
INTRODUCCIÓN. 

El análisis descriptivo que nos plantea la autora del presente trabajo, presenta una posición altamente crítica sobre la síntesis histórica que vivió el país desde los albores de la república hasta la consolidación del estado plurinacional, como la “única” alternativa viable rumbo a la emancipación y de esta manera forjar el horizonte de liberación indígena, que pareseria ser la única alternativa que tiene el país para obtener su emancipación cultural, económica y social. 

DESARROLLO. 

Desde la crisis política del 2000 y desde la victoria electoral de Evo Morales el 2005, la oposición política empezó a señalar que había dos Bolivias, una indígena, arcaica, subdesarrollada y pobre asentada en el occidente y otra moderna, con un mestizaje regional, exportadora y próspera, en el oriente. La polarización de estas dos naciones hacía inviable cualquier futuro en común, salvo la construcción de institucionalidades cada vez más diferenciadas (proyecto autonómico, federalismo, gobierno binacional, separatismo).  

La élite boliviana asentada en Santa Cruz: un regionalismo que devino nacionalismo; y por otra parte, la propuesta de los movimientos indígenas y populares de constituir un Estado plurinacional. 

Las dos Bolivias, compartido por el opresor y el oprimido y ante la consolidación política indígena y popular, la élite tradicional atina solamente a llevar hasta sus últimas consecuencias el curso de la historia colonial. 

Se debe pensar  que el movimiento indígena contemporáneo es un sujeto articulador de lo plurinacional, y al proceso de transformación actual como un proyecto plurinacional, y la contradicción que la descolonización pase por el horizonte criollo-mestizo del Estado-nación. 

El horizonte de liberación indígena, que es muy anterior al de la independencia, empieza con el Taqui Onkoy de 1560 y las rebeliones que culminan con la muerte de Tupac Amaru I en 1572, y el horizonte nacional-popular constituido en la Revolución de 1952, como un proyecto plurinacional de la autodeterminación propia para responsabilizarse por articular lo común y por otra, la incapacidad de las élites señoriales hoy atrincheradas en Santa Cruz como el núcleo duro y articuladas a facciones de élites regionales en la “Media Luna” y las otras ciudades capitales– de constituir un proyecto nacional es solamente la consecuencia lógica de su vinculación histórica con el Estado y la nación boliviana, y finalmente, de su contradicción interna como élite colonial y periférica. 

La autora sostiene que el horizonte indígena, es la conjunción de memorias del pasado y aperturas hacia el futuro, actualizadas en el momento presente, en este momento constitutivo 

El horizonte de liberación indígena, en los diferentes sujetos indígenas que lo asumieron (las rebeliones de 1781, 1899, 1952 y otras) y con proyecto distintos, específicos de su momento histórico  (el  preinca  del Taqui  Onkoy,  el  neoinca  de Tupac Amaru o Juan Santos Atahuallpa en el Perú, el comunario de Tupac Katari y Zárate Willka, el nacional-popular de mineros y “campesinos”, el democrático de la huelga minera de 1979, etc.),  

La conquista española en su momento se constituye  como elemento determinante en la interrupción de la autodeterminación de una matriz civilizatoria y homogeneización de su diversidad interna como “indio”, como sometido a otro horizonte  civilizatorio,  se  convierte  en  la  memoria  común  a todos estos sujetos y proyectos.  

El análisis del horizonte nacional, constituido por diferentes sujetos criollo-mestizos desde el siglo XIX, nos interesa porque desde 1952 se enlaza con el horizonte indígena y popular (lo que Zavaleta Mercado llamó lo nacional-popular), y es posible que hoy dado el vaciamiento criollo-mestizo de la representación nacional se entreteja con el indígena, en una direccionalidad histórica inédita, diferente a las anteriores rebeliones, y que permite plantear un proyecto plurinacional. 

Situaciones de crisis política, sobre todo del 2008, con la aprobación de los estatutos autonómicos departamentales, la violencia desatada en Sucre y Oruro para evitar la discusión y aprobación de la nueva constitución, la toma de instituciones públicas en la llamada Media Luna que culminó con la masacre de El Porvenir, Pando y el acuerdo en el congreso para llamar al referéndum por la constitución fueron algunos de los episodios políticos que marcaron el camino para la toma de decisiones políticas contundentes, como desafíos de la construcción de un Estado plurinacional con autonomías, de una gestión pública que encamine las transformaciones propuestas, y el tema medular de dependencia energética, encarecimiento de la vida, y reproducción de la lógica de mercado.

CONCLUSIONES.

En la construcción de los Estados intervienen todos los elementos que hacen a la sociedad, la política y la historia viva de un país y no es mérito propio de una sola condición social o cultural, ya que un estado como el nuestro no solo está habitado por la cultura aimara e indígena y tomar esa síntesis como una realidad histórica es tener un enfoque miope de la verdadera realidad del país.
Es evidente que hubieron situaciones de crisis política donde los pocos que gozaban de poder, fortuna y grandes privilegios en este país por muchos años y generaciones, hicieron lo posible para impedir que se consolidara un estado con identidad de las mayorías y se reconocieran sus reivindicaciones ancestrales.

BIBLIOGRAFIA.

“Apuntes para  un Estado Plurinacional” (Ximena Soruco Sologuren).

 

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